Inseguridad: Las promesas de campaña que convierten 30 cámaras en 120 a fuerza de propaganda

Multiagencia, cámaras con reconocimiento facial, fotomultas, Nuevo Centro de Monitoreo (COM) y otra serie de conceptos y términos difundidos por la campaña reelectoral del intendente Arturo Rojas ha sido la respuesta en forma de promesas que han salido al ruedo luego de una protesta la semana pasada, en la que los vecinos entraron a los gritos en el despacho del intendente reclamando acciones contra la inseguridad.

Sucede que fue ese operativo de propaganda con lo único que pudo responder el Jefe Comunal, dado que el discurso que venía llevando adelante con respecto al tema no tuvo demasiada aplicación en la realidad en los casi 4 años que lleva de mandato, por lo que tuvo que sacar una vez más su batería de promesas (algo gastada por las repeticiones) para que su campaña no comience a desmoronarse por el propio desgaste.

Así es como en la semana que pasó la Municipalidad intentó acelerar el paso para la instalación de algunas cámaras en distintos puntos de la ciudad como toda forma de respuesta a la situación: el viernes los vecinos protestaron y el secretario de Gobierno Jorge Martínez, buscando aplacar los ánimos, prometía que para esta semana el Centro de Monitoreo podría estar activo. La promesa no se cumplió otra vez, aunque la propaganda salió a publicar fotos de unas cámaras que se estaban instalando y este viernes se volvió a usar la web municipal para refritar anuncios.

De manera llamativa, el lunes pasado comenzó a circular en servicios de mensajería instantánea un listado de poco más de 30 puntos de la ciudad en los que habría instalación de cámaras. La "filtración del dato" tuvo todo el aspecto de las "operetas" que suele soltar el Ejecutivo cada vez que quiere tomar la agenda para dirigirla en su favor, todo remozado con datos mezclados y desinformación buscando condicionar una opinión pública que cada vez le da más la espalda al intendente.

Según la "filtración", el listado era de cámaras de fotomultas que iban a ser instaladas en la ciudad, algo que venía siendo anunciado por el Ejecutivo en varias de sus promesas mezcladas sin precisiones con la cantidad de cámaras totales que llegarán a ser monitoreadas en el Centro que se está trasladando hace meses del Centro Cívico a una vidriera de Avenida 58. Cuando la versión circulante ganó mayor difusión, el Ejecutivo no tuvo otro remedio que salir a aclarar las cosas y anunciar que las cámaras son de vigilancia y no de fotomultas.

Aclarado el ítem de las fotomultas, el Ejecutivo no terminó de sincerarse y siguió con sus definiciones capciosas: Martínez, que recientemente había echado más leña al fuego de las protestas al llegar a culpar a los propios vecinos de la situación de inseguridad (siguiendo el razonamiento de que no hay denuncias formales y por las bajas estadísticas la Provincia no mandaría recursos), no sólo prometió que esta semana estaría en funciones el Centro de Monitoreo, sino que además mencionó que serían "100 o 110" las cámaras que estarían revisando.

30 convertidas en 110

En marzo del año pasado el Ejecutivo mencionaba en sus partes de propaganda la instalación de 120 cámaras, y 8 lectores de patentes gracias a la aprobación acelerada del HCD de un pliego de licitación que tenía un plazo de ejecución de 120 días. 

Un año después, no están ni las cámaras ni el centro de monitoreo terminado y todo se ve como una dilación para ajustar la inauguración a la agenda reelectoral del Jefe Comunal. De hecho, aunque el traslado del centro de monitoreo todavía no se concretó, el Ejecutivo ya lo promueve con spots de campaña en las redes sociales.

El número de cámaras que agregará la gestión Rojas no está claro ni en las declaraciones oficiales y tampoco existen respuestas formales del Ejecutivo a los pedidos de informe del Concejo Deliberante, que ya ha pedido la aclaración en dos oportunidades sin obtener respuestas formales (informe por escrito). Así, el Ejecutivo ha mencionado una y otra vez dos datos que juegan entre la desinformación y el engaño abierto. 

En primer término, recién la semana pasada ha comenzado a admitir que el Centro de Monitoreo no es algo nuevo, sino que se trata de un traslado que incorporará la conexión de nuevas cámaras, dado que la sala de control ya venía funcionando en el primer piso del Centro Cívico desde 2018. El Ejecutivo ha dejado en tal estado de abandono el lugar que este viernes se registró un principio de incendio en la sala de monitoreo porque el lugar no cuenta con llave térmica en funcionamiento y los matafuegos están vencidos desde hace más de una década.

En segundo lugar, los funcionarios se han cuidado mucho de mencionar que cuando se concrete el traslado habrá 110 cámaras conectadas (o 120, no está del todo claro), aunque no han hecho la aclaración: de las 110 cámaras, sólo instalaría poco más de 30, dado que el resto ya están instaladas desde que el ex intendente López inaugurara en Centro de Monitoreo en 2018. De mediados de 2017 a fines de 2018 se instalaron las cámaras que llegaron a ser 83 según la web municipal. 

Aunque fue el máximo de número de cámaras activas histórico para la ciudad, esa cantidad se opaca cuando se considera que la promesa inicial del ex intendente López era de 500, en un acto de promesa desbocada en la que el ex intendente no se diferenciaba mucho del actual intendente Arturo Rojas...

Dato político al margen: casi todas las fotos del Centro de Monitoreo que estaban publicadas en la web oficial del municipio de antes del 2019 (cuando asume Rojas en la intendencia) fueron suprimidas, en una muestra más de los manejos políticos que hace la gestión para ponderar sus logros y desestimar cualquier mérito ajeno. Borrando el pasado, la gestión literalmente repite una y otra vez que durante el mandato de López "no se hizo nada" para propalar al mismo tiempo que Rojas es el intendente que más ha hecho por la ciudad, algo que resulta sólo un slogan de campaña y cuya falsedad se aprecia a simple vista y se sostiene por esa clase de prácticas. Además, de la web municipal han sido suprimidos numerosos documentos y decretos que revelaban la "punta del iceberg" de algunos negocios sospechosos, como los sobreprecios de los escenarios para actos públicos.

En definitiva, de las 110 cámaras mencionadas (o 120, depende el grado de excitación que tenía la propaganda al momento de hacer sus anuncios) sólo serían 30 las instaladas por la gestión y el resto ya estaban activas en el Centro de Monitoreo que parece haber sido trasladado más porque el intendente necesita mostrar la gestión en seguridad que por otra cosa. 

De hecho, el incendio de la sala de monitoreo de este viernes tuvo que ver con que el municipio ni siquiera le ha dado mantenimiento eléctrico ni de seguridad a todo el Centro Cívico, obligando un traslado que no era necesario si se hubieran aplicado las "pequeñas obras que transforman" al edificio, es decir, un poco de mantenimiento.

A fuerza de propaganda y un discurso de veracidad debatible es que el Ejecutivo aplicó toda la semana un "plan" para dar respuesta a los reclamos por seguridad en el distrito. El reclamo, que se multiplica tanto en la ciudad como en el campo (en La Dulce también hay muchas quejas), está lejos de encontrar respuesta y se preve que la campaña del intendente vaya desplegando a cuentagotas otros anuncios en la materia, como la instalación de la base de policía montada en el Parque (que también lleva un atraso que se ajusta a la campaña) y el recambio de luces LED prometidos en forma de "plan de seguridad" para la formación de "corredores seguros".