MARTÍN MIGUELES

Ex concejal necochense escaló el monte Everest con el príncipe de Bahrein y se contagió de Coronavirus

miércoles, 5 de enero de 2022 · 22:41

El abogado Martín Migueles, quién fue concejal y ex presidente de la Usina Popular Cooperativa local, se contagió de Coronavirus antes de llegar a la cima del monte Everest cuando escalaba junto a los montañistas argentinos Pablo Pilotta y Luciano Ancía.

Migueles reconstruyó en los medios la historia que ocurrió en mayo de 2021 mientras escalaba la montaña más alta de la superficie del planeta Tierra, ?con una altitud de 8848 metros sobre el nivel del mar.?

El necochense de 52 años, junto a Pilotta y Ancía conocieron al príncipe de Bahrein, Muhammed Al-Khalifa, pero se contagiaron Covid-19 en la última etapa del trayecto, lo que les impidió hacer cumbre.

En rigor, cuando estaban a menos de 2000 metros de llegar a la cumbre del Everest con un estado físico impecable, se contagiaron de Covid-19. Ante el riesgo de vida que significaba decidieron bajar y en helicóptero los trasladaron a una clínica de Katmandú.

Los montañistas reconocen que nunca pensaron que en semejante inmensidad el virus haría estragos: “Se enfermó el 100 % de los que compartimos el campamento base N 2, a 6800 metros de altura. Éramos por lo menos mil los que teníamos Covid-19”, cuenta Pilotta, un marplatense de 48 años.

Pilotta, propietario de un Centro de Escalada Deportiva en Balcarce y considerado el mejor guía de montaña del país, comentó que “nos relajamos porque no nos imaginamos que hasta esa altura el virus podía llegar. Leímos por internet en el link de una revista española que había Covid-19 en el Everest, pero ahí todos te lo negaban".

“Cuando volvimos al campamento base 2 cometimos el error de compartir el mate, estábamos a 6800 metros de altura, teníamos una felicidad muy grande de estar ahí, esperábamos una ventana de 4 días de buen clima para llegar a la cumbre. Creo que nosotros bajamos las defensas por la inmensidad donde estábamos, por la pureza de la montaña, y ése fue nuestro error”, explica Pilotta.

“Empezamos a ver que había faltantes, no sólo en nuestro grupo sino en los otros también. Había menos gente, menos sherpas y nos llamó la atención. Pensamos que habían empezado a subir sin avisar”, describe Migueles y añade que “después empezamos a darnos cuenta de lo que pasaba cuando vimos que se llevaron a un nepalí del grupo nuestro muy enfermo a Katmandú. Ahí nos enteramos que el virus había llegado al campamento base y que todos los grupos estaban contagiados”.

Martín Migueles

“Hicimos una subida casi a los 7000 metros donde está el campamento 3 y ahí fue cuando con Lucho (Luciano Ancía) sentimos los primeros síntomas. Caminamos como una hora y le dije estoy muy cansado, las piernas no me responden. Él me dijo que estaba igual. Pensamos que era la altura. Bajamos toda la Cascada del Khumbu (la zona más peligrosa del mundo para transitar) y sentíamos que nos dolían todas las articulaciones", relató.

La historia, que sucedió en mayo del 2021, fue dada a conocer recién ahora, ya que una vez que fueron dados de alta, los tres montañistas argentinos volvieron al Everest para intentar llegar a la cumbre.

La amistad con el príncipe de Bahréin

En medio de tanta inmensidad y sinsabores, los montañistas argentinos forjaron una gran amistad, primero en la montaña y luego en un hotel de Katmandú, con el príncipe de Bahréin, Muhamed Hamad Al–Khalifa.

Lo conocieron una noche en que los 17 integrantes de la guardia real y asesores -la mayoría de ellos ingleses- se habían ido a dormir y él príncipe, desvelado, entró a la carpa del Campamento Base 2 para buscar con quién conversar.

“De repente estábamos en una carpa con polacos, rusos, gente de todo el mundo y se callaron todos, no sabíamos que pasaba”, cuenta Martín Migueles. “Vimos entrar un morocho con un gorro tipo colla, preguntamos quién es y nos responden ‘The Prince’”, describe Pilotta.

El hijo del rey Hamad Bin Isa Al Khalifa se sentó al lado de Martin y en dos minutos y medio los argentinos ya se estaban sacando fotos con el príncipe. “Nosotros los argentinos que tenemos esa capacidad de relacionarnos, le dije en inglés campesino donde estaba su seguridad y me dijo que eran todos deportistas que ya estaban durmiendo. Le dije entonces que a partir de ese momento los argentinos íbamos a ser su guardia real y se moría de risa”, describe Migueles.

Este fue el primer encuentro ya que el príncipe partió al día siguiente rumbo a la cumbre. Poco tiempo después se volvieron a encontrar en el Hotel Marriot de Katmandú. Nepal había cerrado sus fronteras, por lo que todos debieron permanecer allí 15 días. “Nos hicimos muy amigos. Yo le decía hermano a él y él me decía hermano a mí”, cuenta entre risas Martin Migueles.

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