NINGUNEO A LA PROVINCIA
Todo política: La Municipalidad informó mal sobre el cierre de los centros de testeo
Si no fuera porque es pública y notoria la intención política de la gestión Rojas de "despegarse" del gobierno provincial (identificado con La Cámpora por la pertenencia del gobernador Axel Kicillof a esa agrupación), el dato debiera llamar la atención de la ciudadanía responsable o, por lo menos, preocupada genuinamente por las consecuencias de la pandemia de CoVID19 en nuestro distrito.
Sucede que una vez más la voluntad política de la gestión pudo más que la responsabilidad civil que tienen las autoridades y desde la prensa municipal se comunicó de manera errónea el funcionamiento de los centros de testeo en la ciudad.
Esta mañana la Municipalidad de Necochea anunció que se reducían los centros de testeo disponibles y de cuatro en funcionamiento, la municipalidad dejaba dos activos. En su comunicado la Comuna anunciaba que solo dos centros de testeo estaban abiertos: el hospital municipal Dr Emilio Ferreyra y la posta sanitaria en 2 y 79. Según la información oficial, el hospital Irurzun de Quequén y el neuropsiquiátrico Taraborelli quedaban inactivos.
Apenas posteó la imagen en la red social Facebook, fue la coordinadora del centro de testeo del Hospital José Taraborelli, Florencia González, quien debió hacer la aclaración: "También se encuentra abierta de lunes a viernes de 9 a 13 horas el centro de testeo CoVID-19 del Hospital Taraborelli. Entrada por calle 47 entre calle 44 y avenida 42".
La información brindada por González fue completamente obviada por la Comuna que, para colmo, ni siquiera entró en comunicación con el centro de salud neuropsiquiátrico para realizar su comunicado. La razón es palpable: por razones políticas el municipio no mantiene contacto con la provincia y como el Taraborelli depende del gobierno provincial, ni siquiera fue consultado sobre su funcionamiento.
No es la primera vez que la Comuna con Arturo Rojas al frente se comporta de manera irresponsable en el marco de la pandemia: durante los últimos dos años se conoció, por ejemplo, que la guardia del sector CoVID en el hospital Ferreyra ni siquiera tenía médicos disponibles, algo que correspondía al municipio.
La municipalidad tampoco impulsó la campaña de vacunación hasta después de pasadas las elecciones de noviembre, percibiendo que la gestión de la pandemia favorecía al gobierno provincial y nacional del que intenta despegarse lo más que puede. Tal es así que anunciaba centros de vacunación propios y evitaba mencionar a los que no estuvieran dentro de su esfera.
Esa irresponsabilidad incluso llegó a negar los faltantes de insumos en el hospital, aún cuando la propia ex jefa de Farmacia del nosocomio municipal denunció públicamente que había renunciado luego de varios meses de solicitar compras que la Comuna postergaba mientras recibía donaciones de vecinos. Los faltantes siguen siendo muchos y la gestión Rojas sigue negándolos.
En un último caso que grafica a las claras la situación, la Municipalidad anunció hace un par de semanas la muerte de dos vecinos con CoVID que, supuestamente, no tenían comorbilidades ni el esquema de vacunación completo. Ante la queja de familiares de uno de los difuntos registrados en esos dias, la población conoció que la Comuna no había registrado la muerte de una tercera persona porque no había dado el seguimiento a un octogenario que incluso fue atendido en el Ferreyra aunque luego fue dejado a su suerte. La falta de seguimiento a numerosos pacientes y la manipulación de las cifras ha sido denunciada reiteradamente sin lograr mayores repercusiones en los últimos dos años.
En este contexto es que se percibe claramente que la Comuna responde más a sus necesidades políticas que a las necesidades que tiene la población y el sistema de salud local para atender la emergencia por la pandemia. Si bien el Ejecutivo ganó grandes atribuciones para gobernar casi por decreto, la mayoría de los recursos que pudo movilizar parecieron estar destinados a alimentar su campaña proselitista constante.