Aumenta la crisis por la falta de gas: El Gobierno no confirma el pago de los barcos importados
La grave situación de escasez de gas natural que enfrenta Argentina se agrava con el paso de las horas, sin que el Gobierno pueda garantizar una pronta solución. En medio de una intensa ola de frío, la incertidumbre crece debido a la falta de respuesta oficial sobre los pagos pendientes que impiden la descarga de un barco de GNL (Gas Natural Licuado) de la empresa Petrobras, actualmente amarrado en la localidad de Escobar.
Hasta el momento, ni la Secretaría de Energía, a cargo de Eduardo Chirillo, ni ENARSA, la empresa estatal encargada de ejecutar la operación, han emitido un comunicado oficial que esclarezca la situación. Esta falta de transparencia y acción por parte de las autoridades ha provocado una crisis que ya paralizó diversas industrias y dejó sin suministro a gran parte del transporte de carga y urbano, afectando gravemente la labor diaria de miles de trabajadores.
Según informó el portal especializado Econojournal, la crisis se intensificó en las últimas horas debido a que Petrobras, la empresa brasileña proveedora del GNL, rechazó la carta de crédito emitida por ENARSA para el pago del cargamento, adquirido de manera urgente durante el fin de semana. El monto de la operación asciende a 22 millones de dólares, y aunque se espera que el pago se efectúe en breve, las dependencias oficiales responsables de la transacción han evitado proporcionar detalles, aumentando así la incertidumbre y el malestar en la población.
La situación es aún más crítica debido a problemas adicionales en las plantas compresoras de la empresa Transportadora Gas del Norte, lo que ha reducido significativamente el volumen de gas disponible en la red de distribución. Como consecuencia, las estaciones de servicio de todo el país no cuentan con suficiente fluido para despachar, y se ha avanzado en el corte de suministro a grandes empresas, profundizando la crisis económica y productiva.
Expertos del sector energético también señalan que la tensa relación política entre el presidente argentino, Javier Milei, y su homólogo brasileño, Lula Da Silva, ha complicado aún más la situación. En un contexto político diferente, es probable que se hubiera podido evitar este escenario crítico. Las diferencias entre ambos mandatarios han creado un clima de desconfianza que afecta directamente las negociaciones y acuerdos comerciales entre ambos países, exacerbando la crisis energética en Argentina.
La falta de gas afecta a las grandes industrias y al transporte,y también impacta de manera directa en los hogares, donde miles de familias dependen del gas para calefaccionarse en uno de los inviernos más fríos de los últimos años. Las organizaciones sociales y de consumidores han expresado su preocupación y han solicitado al Gobierno medidas urgentes para solucionar la crisis y garantizar el suministro de gas a la población.
