Milei cantó en el Luna Park: Un show bizarro e inapropiado para tratar de ocultar sus fracasos
Digno de los tiempos que corren, en los que el regreso de la muerte de las ideologías de los años 90's vuelven a caballo del inventado "anarcocapitalismo" (una exageración dogmática de las ideas neoliberales de siempre), el presidente Javier Milei reeditó el fracasado lanzamiento de su libro en la Feria del Libro y redobló la apuesta con el montaje de un show para su militancia en el Luna Park.
Con una intención de marketing evidente y buscando tapar sus fracasos reiterados (vale decirlo, su gobierno no ha logrado impulsar ni una sola ley en sus primeros seis meses de gobierno y mantiene todas sus políticas por el desproporcionado DNU de diciembre), el presidente argentino cantó (mal) con una banda de amigos antes de dar paso a una catarata de burlas sobre el kirchnerismo y sus recientes desaciertos en materia de política exterior, como fue el caso del diferendo con España, que retiró su embajador de Buenos Aires luego que el presidente argentino insultara a la esposa del presidente de gobierno español, Pedro Sánchez, durante su última visita a Madrid.
Además intentar tapar aquel grave traspié en las relaciones internacionales, el show buscaba coptar la agenda mediática y tratar de suprimir la seguidilla de fracasos y malas noticias que genera su gestión de gobierno, que a pesar de la publicación de dudosas encuestas, sigue perdiendo popularidad.
El show contrastó con una seguidilla de estas malas noticias: la nueva postergación del dictamen de la ley ómnibus reducida, la caída del 8,4% en la actividad económica en marzo, la suba del dólar blue por tercera jornada consecutiva y una huelga nacional docente en puerta que paraliza este jueves las aulas del país.
A pesar del esfuerzo de su propio periodismo militante, las pocas imágenes ponchadas al público mostraron que el sector de plateas laterales quedaron a la mitad de su capacidad y el campo, repleto de enormes huecos. Esa situación puso de manifiesto lo mismo que se ve en la calle diariamente: a pesar de la tolerancia de la población con respecto a las fuertes medidas de recorte, la exacerbación de aumentos de precios y los anuncios truculentos, la popularidad del presidente está a la baja de manera que debe ser suplida con actos bizarros para captar la atención (y simpatía) de los desprevenidos.
Las entradas gratuitas para el evento se agotaron rápido aunque tras varias horas de espera, aquellos que ingresaron se retiraron luego de escuchar el bizarro espectáculo musical, casi como si de una curiosidad histórica se tratara, en un acto más cercano al cholulismo que al compromiso político. Sobre el amontonamiento de interesados en la entrada gratis, militantes de La Libertad Avanza buscaron sumar afiliados al partido. En gran medida, los que pusieron sus firmas fueron jóvenes que confían en que el programa de ajuste traerá prosperidad económica, desconociendo abiertamente cómo la historia ha mostrado que estas recetas han fracasado reiteradamente en nuestro país.
El estadio también estuvo rodeado por un megaoperativo de la Policía Federal, que incluyó agentes de infantería, policía montada y motorizada. Y si bien el Presidente aseguró que el evento "no le costó un centavo" al Estado, el gran despliegue de efectivos se financió con las arcas públicas. Además, aún no quedó claro cuánto salió y quién pagará la fiesta libertaria. Por el momento, el Gobierno solo informó que el alquiler del estadio —estimado en 10.000.000 de pesos— lo abonó una empresa a la que la editorial Planeta le transferirá las regalías del libro Capitalismo, Socialismo y la trampa neoclásica.
En el show no estuvo ausente la interna libertaria. A la llamativa ausencia de Nicolás Posse se le sumaron los carteles y pasacalles que aparecieron por la mañana, resaltando la figura de Karina Milei. Según Adorni, cuando “El Jefe” llegó y se dio cuenta de la situación (luego de su gran enojo) dio la orden de retirarlos inmediatamente”. “El evento de hoy es sobre Javier Milei y la presentación de su libro, nada más”, escribió en X para dejar en claro que nada ni nadie iba a eclipsarlo.
