Reforma electoral en debate: ¿Adiós a las PASO en 2025?
El debate sobre la continuidad de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para las elecciones legislativas de 2025 vuelve al centro de la agenda política argentina. En un movimiento que ya había anticipado durante el tratamiento de la llamada “ley Ómnibus”, el Gobierno nacional envió al Congreso un proyecto de ley que propone la eliminación de las PASO, junto con una serie de modificaciones en el sistema de financiamiento de los partidos políticos.
El anuncio fue realizado por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien a través de la red social X destacó los objetivos centrales de la iniciativa: “El Gobierno envió al Congreso Nacional la Ley de Reforma para el Fortalecimiento Electoral: esto significará la eliminación de las elecciones PASO y la modificación del financiamiento de los partidos políticos. Menos recursos para la política, más recursos para todos los argentinos”.
Claves de la propuesta
La reforma plantea derogar el Régimen de Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias establecido por la Ley N° 26.571, en vigencia desde 2009. A su vez, el proyecto introduce ajustes en los requisitos para la oficialización de listas, la publicación de padrones y la implementación del sistema de Boleta Única. Estas medidas buscan adaptar el proceso electoral al nuevo esquema propuesto.
Uno de los puntos más controversiales del proyecto es su fundamentación. Según el texto enviado al Congreso, “si en aquel momento la política institucional se encontraba separada de los reclamos sociales por una brecha, para finales de 2023 aquella disociación debía medirse en términos de abismos”. En este sentido, la propuesta argumenta que las PASO han perdido relevancia como herramienta para democratizar la selección de candidatos y que representan un gasto injustificado en el contexto actual.
Además, el proyecto sostiene que múltiples encuestas realizadas en los últimos años reflejan una creciente desconexión de la ciudadanía con la política partidaria. Este escenario, según el Gobierno, justifica la necesidad de una reforma integral que permita redistribuir recursos hacia áreas más prioritarias para los argentinos.
Modificaciones en el financiamiento de los partidos
La propuesta no se limita a la eliminación de las PASO, sino que también introduce cambios en el financiamiento de los partidos políticos. Entre las medidas más destacadas, se encuentran:
- Reducción del gasto público: Se busca limitar los recursos destinados a la política y priorizar la transparencia en el financiamiento de las campañas electorales.
- Enfoque en las fuentes de financiamiento: Se pondrá mayor énfasis en el origen de los fondos utilizados por los partidos que en el monto total gastado.
- Desincentivo a la proliferación de partidos: Se endurecen los requisitos para la creación de nuevos partidos y se elevan los umbrales de votos necesarios para mantener el registro partidario.
Asimismo, la reforma contempla la eliminación de los espacios de publicidad gratuita para los partidos políticos, medida que generó críticas tanto en la oposición como en algunos sectores oficialistas. Según el proyecto, esta decisión responde a la necesidad de optimizar el uso de recursos estatales.
El desafío de lograr consenso
Aunque la iniciativa ya fue presentada en el Congreso, el camino hacia su aprobación no será sencillo. Si bien el oficialismo podría buscar que el proyecto se trate sobre tablas en las próximas semanas, también deberá esperar hasta el inicio del nuevo período de sesiones ordinarias para continuar su debate en las cámaras legislativas.
El rol de Santiago Caputo, jefe de Gabinete, y María Ibarzábal, secretaria de Planeamiento Normativo, ha sido clave en la redacción y presentación del proyecto. Según fuentes cercanas al Gobierno, ambos funcionarios trabajaron en agilizar el envío de esta iniciativa, que promete reconfigurar el panorama electoral argentino.
¿Qué implicancias tiene la eliminación de las PASO?
La derogación de las PASO transformaría de manera significativa el proceso electoral. Por un lado, reduciría los costos asociados a la organización de elecciones primarias. Sin embargo, críticos advierten que podría limitar la participación ciudadana en la selección de candidatos, concentrando aún más el poder en las estructuras partidarias tradicionales.
Por otra parte, las reformas al financiamiento de los partidos buscan consolidar un sistema más austero y transparente, aunque la supresión de espacios de publicidad gratuita podría generar desigualdades en la difusión de propuestas entre las fuerzas políticas más grandes y las de menor envergadura.
El debate sobre esta propuesta se perfila como uno de los más intensos de los próximos meses, ya que pone en juego el diseño mismo del sistema electoral y el rol de la ciudadanía en las decisiones políticas fundamentales. Resta por ver si el oficialismo logrará los consensos necesarios para implementar esta reforma de cara a las elecciones de 2025.