Segundo debate presidencial: Un encuentro marcado por tensión y las chicanas

El segundo debate presidencial se convirtió en una página más de la historia política argentina, y mientras los ecos del encuentro en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires aún resuenan, nos encaminamos hacia las elecciones generales del próximo 22 de octubre. Los cinco candidatos presidenciales se reunieron en este emblemático lugar para abordar los temas más cruciales que afectan a la nación.

Desde las 18 horas del domingo, el Aula Magna fue testigo de la llegada de los invitados de los principales candidatos: Javier Milei representando a "La Libertad Avanza", Patricia Bullrich como abanderada de "Juntos por el Cambio", Sergio Massa liderando "Unión por la Patria", Juan Schiaretti en representación de "Hacemos por Nuestro País" y Miryam Bregman del "Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad".

El recinto de la Facultad de Derecho se convirtió en un crisol político, con representantes de todos los espacios. Los focos estaban puestos en los compañeros de fórmula de cada candidato, aunque algunas excepciones capturaron la atención, como la presencia del economista Carlos Melconian, quien se convirtió en uno de los personajes más buscados de la noche porteña.

Sin embargo, antes de que los candidatos comenzaran a debatir, un fuerte enfrentamiento televisivo sacudió el ambiente. La candidata a jefa de Gobierno porteño de la Izquierda, Vanina Biasi, quien fue invitada por Miryam Bregman, protagonizó un tenso cruce con el periodista Eduardo Feinmann. Biasi lucía una bandera de Palestina en su atuendo, en medio de los ataques terroristas de Hamás en Israel, lo que generó una aguda controversia que se hizo sentir en el lugar.

A pocos minutos del inicio del debate, cerca de las 21 horas, los asistentes comenzaron a ocupar sus asientos en el salón de eventos de la UBA. La disposición aleatoria de los grupos en los asientos, implementada por la Cámara Nacional Electoral (CNE), generó suspiros y murmullos en el recinto. Aunque en las primeras filas las diferencias políticas parecían diluirse, en las butacas centrales y laterales se percibía cierta incomodidad entre los dirigentes. Un ejemplo de ello fue José Luis Espert, diputado y candidato a senador de Buenos Aires por Juntos por el Cambio, quien se encontraba detrás del líder de Avanza Libertad, Bertie Benegas Lynch, candidato a diputado por LLA, entre otros representantes y asesores de Milei. Espert y Milei habían sido socios políticos en el pasado, antes de que el líder de LLA decidiera lanzar su propio partido.

Una situación similar se dio en una de las primeras filas de los laterales, donde Malena Galmarini, titular de AySa y esposa de Massa, estaba separada por tres butacas de Karina Milei, hermana del libertario, conocido como "el Jefe".

Aunque algunos enfrentamientos y tensiones se palpaban en el ambiente, una de las sorpresas de la tarde-noche en el barrio porteño de Recoleta fue el apoyo del ex presidente Mauricio Macri a Patricia Bullrich. Macri la acompañó hasta el ingreso principal del debate, donde se tomaron una fotografía junto a otros dirigentes antes de retirarse.

El inicio del debate trajo consigo reminiscencias de lo ocurrido el 1 de octubre en Santiago del Estero. Sergio Massa encabezó la entrada, seguido por Bregman, Milei, Bullrich y Schiaretti. La intensidad de los aplausos aumentó notablemente con la llegada de la ex ministra de Seguridad.

Los temas centrales del debate fueron: seguridad, trabajo y producción, desarrollo humano, vivienda y protección del ambiente. Durante el bloque de presentaciones, Bregman volvió a cargar contra Milei y logró arrancar risas del auditorio. Esta vez, no lo calificó como "gatito mimoso", sino que lo describió como la "nueva derecha, pero un poco despeinada". Milei sonrió mientras repasaba sus líneas previas a su exposición.

Otro de los momentos álgidos del debate fue el enfrentamiento entre Bullrich y Massa durante el derecho a réplica, lo que aportó dinamismo y frescura a las presentaciones de los candidatos. Bullrich criticó a Massa por su gestión en seguridad, señalando que "hace 4 años que estás en el Gobierno y no puedes hablar de Tigre. Parece una vergüenza que, después de 4 años en el Gobierno, los homicidios hayan aumentado en Rosario, liberaron a todos los narcos y generaron la peor crisis de seguridad en Argentina. ¿Quién te proporciona tus números? ¿Insaurralde, quien te dijo que el yate valía 500 mil pesos?".

En respuesta, el ministro de Economía dejó atónitos a muchos de los invitados de Bullrich y provocó risas entre los dirigentes y funcionarios de Unión por la Patria al decir: "Con respecto a Insaurralde, le pedí la renuncia al cargo y a la candidatura. Y no todos somos iguales. Tú nunca le pediste la renuncia a Gerardo Milman".

El diputado del PRO, Gerardo Milman, estaba siendo investigado por su supuesto involucramiento en el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Kirchner el 1 de septiembre del año pasado.

A diferencia del primer debate en Santiago del Estero, las preguntas cruzadas entre los candidatos no tuvieron el mismo peso en el desarrollo del debate. Pasadas las 23 horas, los moderadores del segundo bloque, Sergio Roulier y Soledad Larghi, concluyeron el encuentro. El primer bloque había sido moderado por Marcelo Bonelli y Mariana Verón.

Una novedad del segundo debate se produjo una vez finalizada la transmisión. Con la excepción de Bregman, quien solo saludó a Schiaretti, todos los candidatos se estrecharon la mano. En menos de dos semanas, volverán a cruzarse, pero esta vez en las urnas.

Reviví el debate presidencial