Kicillof llama a la unidad nacional y a votar por Massa en cierre de campaña

En un acto político de altas tensiones y fervor patriótico, el gobernador Axel Kicillof encabezó el cierre de campaña en la Provincia de Buenos Aires con un discurso enérgico y apasionado. Desde el estadio colmado de Arsenal de Sarandí, Kicillof se lanzó contra los candidatos opositores Javier Milei y Patricia Bullrich, acusándolos de intentar socavar las bases de derechos adquiridos y enfatizando la necesidad imperiosa de respaldar la boleta completa de Unión por la Patria. En un giro sorprendente, Kicillof llamó a votar en masa para que el domingo sea el líder de su partido, Sergio Massa, quien ocupe la silla presidencial.

La ausencia notable de Cristina Kirchner y Alberto Fernández en el acto no mermó la emotividad del evento, donde Kicillof y Fernández, en igual medida, arremetieron contra las fuerzas de la oposición. El énfasis se centró no solo en criticar a los referentes opositores, sino también en transmitir la idea de que la suerte de la provincia y del país están intrínsecamente entrelazadas en estas elecciones generales.

La consigna principal del discurso de Kicillof fue la necesidad de una unidad nacional para resistir los embates económicos que acechan el poder adquisitivo de los trabajadores. "Nada de lo que tenemos como dificultades se resuelve con motosierra ni con dinamita", enfatizó, en clara alusión a las propuestas radicales de Milei y Bullrich. "La Provincia de Buenos Aires no se salva sola. Necesitamos un proyecto nacional que respalde nuestras acciones y sostenga nuestro camino hacia la disminución de las disparidades económicas", puntualizó el gobernador.

El respaldo y el agradecimiento a Massa también fueron destacados en el discurso de cierre de Kicillof. Massa, quien también tomó la palabra, retribuyó el apoyo y se mostró confiado en la victoria. "El domingo, gran parte del triunfo será gracias al esfuerzo y al trabajo de los compañeros de la provincia de Buenos Aires. Gracias, Axel, por tu incansable labor durante estos meses", declaró Massa en un gesto de camaradería política.

Por su parte, el ministro no escatimó críticas a los candidatos opositores, particularmente señalando sus ataques a las conquistas del pueblo trabajador y su propuesta de exterminar al peronismo y a la justicia social. El discurso se enfocó en resaltar el valor de la estabilidad democrática y rechazar el odio y la violencia como herramientas políticas, subrayando la importancia de propuestas sólidas y un enfoque amoroso y cuidadoso hacia el pueblo.

El discurso de Kicillof se vinculó emocionalmente con la historia política del país al comparar el significado del 17 de Octubre de 1945 con el peso de las próximas elecciones generales. "El 17 de Octubre se trataba de poner las patas en la fuente. Hoy se trata de meter los votos en la urna para defender los mismos derechos, la dignidad, una patria justa, libre y soberana. Otra fecha, la misma lucha", destacó Kicillof, emocionando a la multitud presente.

En cuanto a las propuestas políticas, Massa prometió un "gobierno de unidad nacional" y anunció el lanzamiento de diez políticas de Estado si resulta victorioso en las elecciones. Además, el ministro destacó su compromiso con la defensa de la universidad y la educación pública, así como su determinación para abordar la problemática de las Malvinas y la inseguridad en la provincia de Buenos Aires en colaboración con Kicillof.

A pesar de la ausencia de referencias directas al escándalo del yate que sacudió al gabinete, el reconocimiento del esfuerzo del gobierno provincial y la reconstrucción de la confianza y la identidad bonaerense estuvo presente en el discurso de cierre. El agradecimiento a los dirigentes sindicales de peso, los referentes provinciales y los intendentes del PJ bonaerense, así como la presencia destacada de Máximo Kirchner en el acto, subrayó la importancia de la unidad en el partido y el apoyo de las figuras clave en la política argentina.