Según el Indec, la construcción pierde más de 430 puestos de trabajo por día

La paralización de la obra pública en Argentina tuvo un impacto devastador en el sector de la construcción, llevando a una pérdida masiva de empleos. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), en noviembre del año pasado se registraban 444.024 puestos de trabajo formales en la construcción. Sin embargo, cuatro meses después, en marzo de este año, esa cifra había descendido a 391.637 empleos, lo que implica una pérdida de 52.387 puestos en tan solo 120 días, a un ritmo de 436 puestos de trabajo por día.

La situación, lejos de mejorar, ha seguido deteriorándose. La Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) informó que entre marzo y junio se perdieron otros 50.000 empleos formales adicionales. Esto eleva la cifra total a cerca de 100.000 puestos de trabajo perdidos en el sector, un número alarmante que el INDEC confirmará en los próximos meses.

El informe del INDEC también reveló que la actividad de la construcción se contrajo un 37,2% en abril, tras haber sufrido una caída del 42,2% en marzo. Estas cifras evidencian la gravedad de la crisis que atraviesa el sector.

Una encuesta realizada a grandes empresas de la construcción muestra un panorama desalentador para el período de mayo a julio de 2024. Según el informe del INDEC, el 59,8% de las empresas que se dedican principalmente a obras privadas prevé que el nivel de actividad se mantendrá sin cambios en los próximos tres meses, mientras que el 32,7% estima que disminuirá y solo el 7,5% anticipa un aumento.

El impacto de la crisis es aún más evidente cuando se realiza una comparación interanual. Al comparar marzo de 2023 con marzo de 2024, se observa que el número total de trabajadores registrados en el sector se redujo en un 15,7%, pasando de 464.738 a 391.637, lo que representa una pérdida de 73.101 empleos.

Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, explicó que el empleo formal en el sector se divide en dos grandes áreas: la obra pública y la obra privada de gran envergadura, como la construcción de edificios y obras mineras y petroleras. "El grueso de los puestos de trabajo que se perdieron se debe a la paralización de la obra pública. El sector privado grande es algo más estable en el tiempo", comentó Weiss. "También hay una caída significativa en la industria vinculada a la construcción y refacción de viviendas unifamiliares, pero eso afecta principalmente al empleo informal", añadió.

La situación actual plantea serios desafíos para la industria de la construcción en Argentina. La caída en la inversión pública, sumada a las expectativas negativas de las empresas privadas, crea un entorno de incertidumbre que dificulta la recuperación del sector. A medida que el país enfrenta esta crisis, es fundamental implementar políticas que fomenten la reactivación de la construcción, tanto en el ámbito público como en el privado.

El futuro de miles de trabajadores y sus familias depende de las acciones que se tomen para revertir esta tendencia negativa. La reactivación de la obra pública y el incentivo a la inversión privada son clave para estabilizar el empleo y reactivar uno de los sectores más importantes de la economía argentina.