Inflación: Argentina tiene dos millones más de pobres que hace un año

La desenfrenada escalada de la inflación en Argentina continúa generando estragos y su impacto se hace cada vez más evidente en la vida de millones de ciudadanos. Los precios de los elementos esenciales para la supervivencia han sobrepasado con creces los modestos incrementos salariales, y este desequilibrio ya está dejando una profunda huella en las estadísticas de pobreza del país. En el primer trimestre del año, se registró un alarmante aumento en la cantidad de personas que no pueden costear la canasta básica, llegando a 18 millones de individuos, dos millones más que el año anterior. Estas preocupantes cifras, que reflejan un incremento en la tasa de pobreza del 4,5%, llevándola a un inquietante 38,7% en este período, provienen de un análisis exhaustivo de los microdatos recopilados por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Además, otro dato alarmante es que, entre los trabajadores activos, la pobreza ha experimentado un salto notable, pasando del 24,4% al 28,7%, una situación inédita en la historia argentina.

Hace aproximadamente un año, Sergio Massa asumía la responsabilidad del Ministerio de Economía con la firme intención de frenar el incremento vertiginoso de los índices de precios, una meta que ya había sido proclamada por el presidente Alberto Fernández en marzo de 2022 bajo la consigna de "combatir la inflación". No obstante, el "enemigo" inflacionario no se ha detenido y ha logrado acumular un asombroso aumento del 115% en los últimos doce meses.

Este preocupante escenario ha llevado a que, en comparación con el mismo período del año previo, la pobreza experimente un aumento de 4,5 puntos porcentuales, traduciéndose en la triste realidad de que en tan solo un año, se hayan sumado 2 millones de nuevos habitantes a las filas de la pobreza en el país. Paralelamente, el índice de indigencia ha aumentado del 8,2% al 8,9%. Este fenómeno no es sino el resultado del empobrecimiento que ha afectado a trabajadores en todas las formas de empleo, ya sean formales o informales, así como aquellos que ejercen su labor de forma independiente.

Incluso entre aquellos que están ocupados, la pobreza ha tenido un alza preocupante, pasando del 24,4% al 28,7%, una realidad que nunca antes se había visto en Argentina.

A pesar de que en los últimos 12 meses se ha registrado una cierta normalización en la actividad económica y el empleo, la pobreza ha continuado su aumento debido al marcado impacto de la escalada inflacionaria, que ha afectado particularmente los precios de los alimentos.

Los datos han sido objeto de análisis por parte de la consultora ExQuanti, la cual, según fuentes cercanas al oficialismo, es una "agencia poco reconocida en el mercado" que ha realizado su trabajo a una velocidad sorprendente, arrojando un resultado que consideran "obvio: la pobreza ha aumentado". Este dato ha sido amplificado por medios de orientación política derechista en el contexto de la campaña política.

Sin embargo, es importante destacar que la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, un día antes de la divulgación de estas cifras, afirmó que "no es cierto que 6 de cada 10 niños sufran de hambre". Desde el Gobierno, argumentó que la situación es diferente, señalando que en muchas provincias hay prácticamente pleno empleo y en situaciones donde el salario formal no es accesible, se recibe algún tipo de ayuda por parte del Gobierno nacional.

En relación a las críticas sobre el estudio de ExQuanti, el diario Página/12 señala que no es adecuado compararlo con el informe que elabora el INDEC, ya que uno es de base trimestral y el otro semestral.

Las tasas de indigencia y pobreza se calculan tomando en cuenta la evolución de las canastas de alimentos y totales, las cuales han experimentado aumentos superiores a la propia inflación. Hasta el mes de marzo, la línea de indigencia había aumentado en un 120,1% en términos interanuales, mientras que la de pobreza había crecido un 113,2%, en comparación con el incremento de la inflación que fue del 104,3%.

Cabe destacar que los datos del INDEC provienen de 31 áreas urbanas que en conjunto suman 29 millones de personas. Si extrapolamos estos porcentajes a la población total del país, incluyendo las zonas rurales, estaríamos hablando de 18 millones de personas en situación de pobreza, de las cuales 4 millones están en la categoría de indigencia.

En el grupo de niños menores de 14 años, que representa un conjunto poblacional de aproximadamente 11 millones, la pobreza ha aumentado del 47,1% al 54,7%. Esto significa que cerca de 6 millones de niños viven en hogares que se encuentran por debajo de la línea de pobreza.