Dengue: Advierten que la próxima epidemia será "muy grave" y se abre otra grieta entre Nación y Provincia

El dengue, una amenaza constante en la Argentina, promete ser aún más grave con la llegada del calor. Tras un verano pasado marcado por un aumento alarmante de casos, las autoridades de la provincia de Buenos Aires ya están en alerta máxima. A pesar de estar en pleno invierno, los reportes de casos en el norte del país sugieren que el dengue no da tregua, y la preocupación crece ante lo que podría convertirse en una epidemia de proporciones catastróficas cuando vuelva el calor.

Nicolás Kreplak, ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, fue el primero en encender las alarmas. “La próxima epidemia de dengue probablemente sea muy grave”, advirtió en una reciente entrevista. Según Kreplak, uno de los principales problemas es la falta de una campaña nacional de erradicación del dengue, lo que deja a las provincias en una situación de vulnerabilidad ante el avance de la enfermedad.

Estas declaraciones no pasaron desapercibidas en la esfera nacional. El ministro de Salud de la Nación, Mario Russo, respondió de manera contundente, marcando una clara distancia respecto a las críticas de Kreplak. Para Russo, la salud es una responsabilidad que recae en primer lugar sobre las provincias. "El gobierno bonaerense miente otra vez", afirmó, atribuyendo la responsabilidad de la eliminación del mosquito Aedes aegypti, principal vector del dengue, a las gestiones provinciales y municipales.

Russo insistió en que la coordinación a nivel local es clave para frenar la expansión del dengue. “La eliminación del mosquito en el territorio es la primera línea de defensa”, subrayó, enfatizando la necesidad de que la provincia de Buenos Aires trabaje de la mano con los municipios para implementar estrategias efectivas de prevención.

Sin embargo, Kreplak defendió la necesidad de una estrategia coordinada a nivel nacional. "Hoy tenemos ocho provincias que van a vacunar contra el dengue, y cada una tiene su propia estrategia", señaló, refiriéndose a la disparidad en los planes de vacunación que están adoptando las distintas jurisdicciones. Un ejemplo de esta diversidad es La Rioja, donde se planea inmunizar a los jóvenes de entre 16 y 20 años, independientemente de si han tenido dengue anteriormente, mientras que en Córdoba la vacunación se enfocará en el personal de salud y en aquellos que han sufrido la enfermedad con cuadros graves, en un rango de edad de 15 a 59 años.

Para Kreplak, la falta de una estrategia unificada no solo genera confusión entre la población, sino que también podría comprometer la eficacia de las medidas de control. "No se trata de una disputa entre gobiernos para romper los puentes, sino todo lo contrario", aclaró. "Las provincias somos las responsables, pero tenemos que ser coordinadas por el Ministerio Nacional", concluyó el ministro bonaerense, reforzando la idea de que, ante una amenaza como el dengue, la cooperación y la coordinación entre las distintas jurisdicciones es crucial para proteger la salud de todos los argentinos.