Nuevas subas en luz, gas y combustibles: El ajuste tarifario de diciembre
A partir de diciembre, los argentinos deberán afrontar un nuevo ajuste en las tarifas de servicios públicos y combustibles, según lo confirmó el Gobierno Nacional. Este incremento se enmarca en la estrategia oficial de reducir subsidios y ajustar los precios a los costos reales de producción y distribución.
El ajuste anunciado incluye un aumento del 2% en las tarifas de luz y un 2,7% en las de gas. Estas subas se suman al incremento del 3% ya previsto para las boletas de agua en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), según informó Aysa. Además, fuentes gubernamentales adelantaron que el impuesto a los combustibles también sufrirá una suba del 1%, aunque las petroleras y cámaras de estaciones de servicio aún no definieron cómo impactará esto en los precios al consumidor.
Ajuste progresivo y su impacto en las boletas
El aumento tarifario es parte de un proceso de ajuste más amplio que busca alinear los valores que pagan los usuarios con los costos reales de producción de energía y generación eléctrica. Sin embargo, este esquema de actualización tarifaria viene golpeando con fuerza el bolsillo de los argentinos.
De acuerdo con un estudio del Observatorio de Tarifas y Subsidios de la UBA y el Conicet, hasta noviembre, la tarifa eléctrica acumuló incrementos de hasta un 189%, mientras que las boletas de gas subieron hasta un 564%, dependiendo del nivel de ingresos de los hogares. Por su parte, las tarifas de agua en el AMBA se cuadruplicaron en lo que va del año, con un pico de aumento del 209% en abril, al que le siguieron ajustes mensuales más moderados.
Desde Aysa justificaron los incrementos como necesarios para garantizar la sustentabilidad de la empresa sin depender de las transferencias estatales. Este argumento se replica en otras áreas de servicios públicos, donde el Gobierno busca reducir el gasto público para avanzar hacia el equilibrio fiscal.
Inflación y consumo en temporada alta
Los aumentos, no obstante, tienen un efecto contradictorio. Si bien contribuyen a reducir el déficit fiscal, también ejercen presión sobre la inflación, uno de los desafíos económicos más urgentes. En octubre, según el Indec, los bienes subieron un 89,6% interanual, mientras que los servicios se encarecieron un 165% en promedio, reflejando el impacto de las correcciones tarifarias.
En cuanto al consumo, el aumento en las tarifas de luz coincide con la llegada del verano, una de las épocas de mayor demanda energética debido al uso intensivo de aires acondicionados y ventiladores. Por otro lado, el precio del gas, que había mostrado una baja del 5% en octubre, volvió a subir en noviembre y repetirá el incremento del 2,7% en diciembre.
Los combustibles, en la misma dirección
En el caso de los combustibles, el comportamiento de los precios sigue una tendencia similar. En octubre, YPF aplicó una leve reducción del 1% en sus precios, pero esto fue revertido en noviembre con un aumento del 2,7%. Ahora, con la suba del impuesto a los hidrocarburos, se prevé un nuevo ajuste en diciembre, lo que impactará directamente en los costos de transporte y en los precios de bienes y servicios relacionados.
Con este panorama, el ajuste tarifario que impulsa el Gobierno continuará siendo un tema central en la agenda económica, mientras los argentinos enfrentan las consecuencias de un modelo que busca equilibrar las cuentas fiscales a costa de mayores esfuerzos por parte de los usuarios.