Usuarios bonaerenses tendrán un nuevo incremento en sus facturas de luz
En el marco del proceso de Revisión Tarifaria Integral (RTI) que lleva adelante el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, este martes se oficializó un aumento en las tarifas de electricidad que impactará en las facturas de los usuarios bonaerenses. La suba promedio ronda el 8%, aunque el ajuste exacto varía según el tipo de consumo y la categoría de cada usuario. Esta medida fue confirmada a través de la Resolución 1156 del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos, publicada en el Boletín Oficial.
El ajuste tarifario responde a la actualización de los precios mayoristas de la energía y el transporte, aprobada recientemente por la Secretaría de Energía de la Nación. El incremento, que se enmarca en los contratos de concesión de las distribuidoras, contempla la implementación del mecanismo conocido como *Pass Through*, que establece que cada cambio de precio en el mercado mayorista de energía debe trasladarse a las tarifas finales de los usuarios. Este aumento estará vigente hasta el 31 de octubre, lo que significa que los usuarios bonaerenses verán reflejado el ajuste en sus próximas facturas.
El impacto de la suba se distribuirá de manera diferenciada entre las principales distribuidoras de la provincia, como EDELAP (La Plata y alrededores), EDEA, EDEN y EDES, así como en las cooperativas eléctricas que operan en el interior bonaerense. En el caso de los usuarios de EDELAP, el ajuste significará un aumento del cargo fijo en torno al 8%, mientras que el cargo variable, dependiente del consumo mensual de cada usuario, registrará un incremento del 3,9%. En otras distribuidoras, como EDEA y EDEN, el aumento en el cargo fijo podría alcanzar el 10%.
La actualización tarifaria ha generado preocupación entre los usuarios residenciales e industriales, quienes temen que el ajuste agrave el impacto económico en sus hogares y actividades. Desde el Gobierno provincial argumentaron que el aumento es necesario para garantizar la continuidad del servicio y sostener las inversiones en la infraestructura eléctrica, especialmente en un contexto inflacionario que afecta los costos de las empresas distribuidoras.