El Gobierno le quiere perdonar una deuda de 230 millones de dólares a Camuzzi

miércoles, 23 de octubre de 2024 · 12:00

La recién nombrada secretaria de Energía de la Nación, María Tettamanti, enfrenta un escenario controvertido en el que sus decisiones iniciales están generando preocupación. Según reporta el portal La Política Online (LPO), Tettamanti, quien asumió el cargo hace apenas una semana, está buscando condonar una deuda de 230 millones de dólares a Gas Camuzzi, una empresa que dirigió en el pasado y que está vinculada al empresario macrista Alejandro Macfarlane. Este movimiento ha levantado suspicacias tanto por la magnitud de la deuda como por los vínculos de Tettamanti con la compañía.

Tettamanti llegó a la Secretaría de Energía como parte de un acuerdo político entre Mauricio Macri y Santiago Caputo, el cual incluyó blindar el veto de Javier Milei a las universidades. Antes de asumir su rol en el gobierno, Tettamanti trabajó como mano derecha de Macfarlane en Gas Camuzzi, empresa que es una de las principales distribuidoras de gas en el país y que, a su vez, tiene una estrecha relación con Macri. En el sector energético, se los considera prácticamente socios.

La polémica de la condonación

De acuerdo a  LPO, uno de los primeros objetivos que Tettamanti se propuso en su nuevo puesto fue el "ordenamiento" de las tarifas energéticas. Para avanzar en esta tarea, la funcionaria señaló la necesidad de resolver las deudas acumuladas por las distribuidoras de gas y electricidad con el Estado. En este contexto, Camuzzi adeuda a Enarsa —la empresa estatal encargada de la importación de gas— unos 230 millones de dólares, mientras que Metrogas, otra distribuidora, mantiene una deuda de 140 millones de dólares.

Existen fuertes rumores de que se estaría evaluando una "compensación" de estos pasivos, lo que en términos prácticos se traduciría en una condonación de deudas. Una fuente con acceso a las negociaciones explicó a LPO que este proceso se fundamenta en la idea de compensar la deuda con los "activos regulatorios", lo que significa que las empresas verían sus deudas saldadas a cambio de asumir el congelamiento tarifario, que para ellas representa una pérdida.

Sin embargo, el principal problema reside en cómo se calculan esas cifras de compensación. La participación previa de Tettamanti en Camuzzi agrega una capa de complejidad y controversia, pues, apenas asumiendo su cargo, ya habría comenzado a negociar la condonación de la deuda de su ex empleador. Esto ha llevado a algunos críticos a cuestionar la transparencia y la ética detrás de estas decisiones.

Deudas infladas y la posible quiebra

Según lo presentado por Camuzzi en la audiencia pública de enero de este año, la empresa reconoció un pasivo de 70.000 millones de pesos. No obstante, fuentes de Enarsa aseguran que la deuda real asciende a 230 millones de dólares, una cifra considerablemente más alta. Este desajuste entre las cifras oficiales y las reportadas por Enarsa agrava la situación.

Un abogado especializado en concursos y quiebras comentó a LPO que, de no concretarse la condonación, la empresa podría enfrentarse a un proceso de quiebra, dada la magnitud de su deuda. “Con este nivel de deuda, se podría pedir la quiebra de Camuzzi”, afirmó, destacando la gravedad del panorama para la distribuidora de gas.

Vínculos con Macri y desafíos energéticos

Tettamanti no es la única figura macrista dentro de la Secretaría de Energía. Daniel González, el coordinador del área, también tiene vínculos con el ex presidente. A esto se suma Emilio Apud, quien fue jefe político de Tettamanti en la Fundación Pensar, el think tank del PRO. Esta red de influencias ha permitido a Macri mantener una fuerte presencia en el sector energético, un área donde sus intereses personales son conocidos. Lo llamativo es que a Javier Milei, el actual presidente y líder del libertario La Libertad Avanza, no parece incomodarle esta situación, pese a su discurso de renovación y cambio.

Tettamanti enfrenta un escenario complicado. Las críticas por su cercanía a Macfarlane y su antigua posición en Camuzzi no han hecho más que incrementar el escrutinio público sobre sus decisiones. Además, la situación energética del país es delicada. Los cortes de luz frecuentes, la falta de gas natural en vastas zonas del país, la indefinición de un sistema tarifario adecuado y la persistencia de subsidios insostenibles son solo algunos de los problemas estructurales que vienen afectando al sector desde hace décadas.

La desinversión en infraestructura energética es otro de los grandes obstáculos que deberá afrontar la secretaria. A esto se suman las dificultades políticas y económicas que derivan de un país que sigue sin encontrar una fórmula viable para equilibrar las tarifas y los costos operativos, mientras las empresas distribuidoras acumulan deudas gigantescas.

El futuro de la gestión de Tettamanti está cargado de desafíos y controversias. La incógnita más grande es si podrá encontrar una solución a la crisis energética del país sin caer en favoritismos hacia sus antiguos empleadores, o si su mandato se verá opacado por las sospechas de corrupción y conflictos de interés. Lo cierto es que su primera gran jugada, la condonación de deuda a Camuzzi, ya ha generado revuelo en el mundo político y empresarial.

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