La carne se encarece hasta un 20% por el “dólar maíz”
En un escenario económico marcado por la incertidumbre y la volatilidad, los precios de la carne han experimentado un significativo aumento de hasta un 20% en Argentina. Este ajuste en los valores de la hacienda fue impulsado por el denominado "dólar maíz", y se proyecta que ejerza presión sobre la inflación durante el mes de agosto. Si bien en el Gobierno reconocen que los precios estaban atrasados y que ahora se están "reacomodando", esto ha generado preocupación entre los consumidores, quienes ya enfrentan una constante lucha contra la escalada de precios.
Según estimaciones de los matarifes, el aumento oscila entre $100 y $120 por kilo vivo, lo que se traduce directamente en los precios al consumidor. Un reciente relevamiento realizado por la consultora Focus Market en carnicerías del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) reveló los valores que se están manejando al mostrador, y los números son alarmantes para los bolsillos de los argentinos.
El asado, uno de los cortes más populares en el país, ha alcanzado un precio de $2550 por kilo, mientras que el vacío se ubica en $2.890. Otros cortes como la nalga, el peceto, el roast beef y la picada también han experimentado incrementos considerables, situándose entre $2.650 y $2.000 por kilo.
El origen del problema se encuentra en el "dólar maíz", un tipo de cambio diferencial fijado en $340 para las economías regionales. La medida tenía como objetivo incentivar a los productores a liquidar unos US$2.000 millones hasta fines de agosto, pero ha tenido efectos colaterales. El aumento en el precio del maíz ha impactado directamente en los alimentos que dependen de la proteína animal, como las carnes de vaca, cerdo, pollo, los huevos y los lácteos.
El secretario de Agricultura, Juan Bahillo, explicó que el incremento en el precio de la carne responde a un "readecuamiento" necesario, ya que el valor del kilo vivo había estado rezagado por algún tiempo, similar a lo que ocurrió a principios del año anterior. Bahillo señaló que después de un aumento en abril y mayo del año pasado, los precios de la carne se mantuvieron prácticamente invariables durante todo el 2022, recuperando su tendencia alcista recién en enero de 2023.
A pesar de las afirmaciones de las autoridades de que aún hay oferta suficiente y que no debería haber problemas con el abastecimiento, los matarifes señalan que el retraso en los precios llega hasta el 50%. La creciente brecha entre los costos de producción y los precios al consumidor preocupa a los actores del sector y a los consumidores, quienes ven reducida su capacidad de compra y enfrentan dificultades para acceder a alimentos básicos.
En un país con una fuerte tradición y consumo de carne, el aumento de precios se convierte en una preocupación central para el Gobierno y la sociedad en general. Las medidas implementadas hasta el momento no han sido suficientes para contener la inflación y garantizar el acceso a alimentos básicos para todos los ciudadanos. En este contexto, se espera que las autoridades trabajen en estrategias que permitan estabilizar los precios y brinden soluciones a corto y largo plazo para evitar que la situación se agrave aún más.
