Transportistas autoconvocados iniciaron un paro y estacioneros anunciaron otro
En una movida que amenaza con desencadenar un caos en el abastecimiento de productos básicos en varias ciudades argentinas, un grupo de transportistas autoconvocados que manejan la logística de cereales, carne y lácteos ha anunciado hoy el inicio de un paro por tiempo indeterminado. Simultáneamente, los dueños de estaciones de servicio también han advertido sobre la posibilidad de emprender una medida similar. Estas protestas, que se desenvuelven en un contexto económico marcado por la devaluación y la inflación, resaltan la preocupante precariedad de los sectores involucrados.
El detonante del paro de transportistas es el reclamo de una reevaluación de las tarifas que rigen la actividad. Argumentan que la depreciación de la moneda y la constante subida de precios han dejado sus ingresos desactualizados y, por lo tanto, insuficientes. En particular, se enfocan en el reciente aumento del 12,5% en los precios de los combustibles, un incremento que precedió a un congelamiento pactado entre el gobierno y las compañías petroleras, que permanecerá vigente hasta finales de octubre.
Aunque la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), la organización oficial que representa a los transportistas, no se ha sumado a la protesta, ha emitido una advertencia contundente. Según su titular, Roberto Guarnieri, los costos de operación han aumentado en un asombroso 17,04% durante agosto. FADEEAC también ha señalado el alarmante encarecimiento del combustible, que ha subido un 17,9% durante el mismo mes, llegando al 35% en los segmentos a granel y mayoristas. Los lubricantes han seguido la misma tendencia, aumentando en un 27,5%.
El sector de las estaciones de servicio, representado por la Confederación de Entidades de Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA), también ha alzado su voz en protesta. Sin embargo, a diferencia de los transportistas, su queja radica en que los aumentos de precios establecidos por el Gobierno son insuficientes. Afirman que la falta de rentabilidad que enfrentan podría llevar al cierre de muchas de sus operaciones. Las estaciones de servicio se sumarán a las acciones de fuerza, incluyendo el cierre nocturno de todos los establecimientos en el país, la aplicación de procedimientos preventivos ante situaciones de crisis y la detención de procesos de revisiones salariales.
Desde CECHA, se ha expresado la comprensión hacia las medidas de emergencia adoptadas por el Gobierno para salvaguardar la economía y el bienestar de los consumidores. No obstante, insisten en la necesidad de medidas adicionales para paliar los impactos adversos que afectan a las estaciones de servicio. La falta de comunicación y respuestas por parte de las autoridades nacionales ha frustrado los intentos de diálogo y colaboración entre el sector y el Gobierno, lo que podría resultar en el cierre de aproximadamente la mitad de las estaciones de servicio que operan con ventas por debajo del punto de equilibrio.
En este escenario de protestas convergentes, el panorama económico argentino se enfrenta a un dilema de proporciones críticas. La posibilidad de un abastecimiento reducido de productos esenciales ha generado inquietud en la población, agravando la ya tensa coyuntura. La interacción entre los transportistas y los propietarios de estaciones de servicio pone en evidencia la complejidad de los problemas que aquejan a diversos sectores económicos, todos ellos afectados de diferentes maneras por factores como la inflación y la devaluación.
El Gobierno se encuentra en una encrucijada, enfrentando presiones y demandas contradictorias. Mientras algunos sectores claman por aumentos, otros exigen medidas de contención de precios y subsidios. La necesidad de encontrar un equilibrio entre estas voces discordantes se torna más urgente que nunca. La capacidad del Gobierno para abordar esta crisis de manera efectiva y equitativa definirá en gran medida el camino que tomará la economía argentina en los próximos meses.
