La Provincia criticó el paro de ATE que dejó cientos de escuelas sin clases

En medio de un paro intempestivo llevado a cabo por los auxiliares nucleados en ATE, miles de estudiantes se vieron afectados por la suspensión de clases en la Provincia. Ante esta situación, el titular de Educación, Alberto Sileoni, no tardó en expresar su descontento con la medida de fuerza y reprochó las consecuencias negativas que esta acarreaba en el desarrollo de las actividades educativas.

La polémica por la jornada de descanso comenzó la semana pasada cuando el sindicato planteó en la reunión paritaria la solicitud al gobierno de Axel Kicillof de evitar repetir lo sucedido el año pasado. En el ciclo lectivo de 2022, la Provincia emitió una Resolución, firmada por Sileoni, que excluía a los auxiliares del asueto por el Día del Trabajador Estatal. El objetivo era evitar la pérdida de días de clases, especialmente en el contexto de la pandemia, teniendo en cuenta que ya existen otras fechas de descanso en el ámbito educativo.

En aquella ocasión, ATE interpretó que se estaba incumpliendo la Ley 14.600 y convocó a una medida de fuerza. Por lo tanto, el 27 de junio de 2022 no hubo clases, pero no debido al día de descanso, sino como consecuencia del paro gremial. En la actualidad, la situación se repite debido a que la Dirección General de Cultura y Educación emitió una Resolución similar a la del año anterior.

"Es un día de paro parcial, no lo reconocemos. El día del estatal está destinado principalmente a los trabajadores de la administración central, y tenemos la misma discusión con un sector de auxiliares", manifestó esta mañana el ministro Sileoni en diálogo con FM Cielo, durante el Encuentro Educación, Reformas y Aprendizajes en la Provincia de Buenos Aires, llevado a cabo en La Plata.

En esa línea, el funcionario provincial recordó que los auxiliares ya cuentan con un día propio en agosto. "Consideramos que no corresponde que tengan un día adicional, además de que ya tienen el 11 de septiembre, que es el Día del Maestro...", lamentó.

"Nuestro objetivo es recuperar el valor de los días de clases. Por cuarto año consecutivo, iniciamos las clases el 1 de marzo, lo cual es un esfuerzo conjunto entre el gobierno y los gremios. No es lo mismo tener 180 días que 190 días; estamos sumando horas. El día de clase y el calendario escolar son aspectos importantes dentro del sistema educativo argentino y bonaerense. Más allá de eso, continuamos trabajando", planteó Sileoni.

Por último, el ministro aseguró que la adhesión a la quinta hora de clases ha sido excelente y que existe plena satisfacción en todo el territorio. Los pronósticos desalentadores que predecían lo contrario no se han cumplido. Esta medida es positiva y contribuye a mejorar el sistema educativo bonaerense", afirmó.

El paro de los auxiliares ha generado un amplio debate en el ámbito educativo. Mientras algunos respaldan la medida como una forma legítima de lucha por los derechos laborales, otros la consideran perjudicial para los estudiantes, quienes se ven afectados por la suspensión de clases. La discusión sobre la necesidad de conciliar los intereses de los trabajadores y el derecho a la educación continúa siendo un desafío para las autoridades y los sindicatos involucrados.

Es fundamental encontrar soluciones que permitan alcanzar un equilibrio entre ambas partes y que no comprometan el normal funcionamiento del sistema educativo. La educación es un pilar fundamental para el desarrollo de una sociedad, y es responsabilidad de todos los actores involucrados trabajar en conjunto para garantizar su continuidad y calidad.

En este sentido, resulta necesario promover el diálogo y la negociación entre los distintos sectores, buscando consensos que beneficien tanto a los trabajadores como a los estudiantes. Además, es importante fomentar la reflexión sobre la importancia de la educación y el valor de los días de clases, reconociendo que cada jornada perdida representa un obstáculo en el aprendizaje y desarrollo de los estudiantes.

La educación es un derecho fundamental que debe ser protegido y garantizado en todas las circunstancias. Es fundamental que tanto los gremios como las autoridades educativas trabajen de manera conjunta para encontrar soluciones que permitan conciliar los intereses de todos los actores involucrados, evitando que los estudiantes se vean perjudicados por situaciones de conflicto laboral.