Caso Natalia Melmann: Horas de “impotencia y preocupación" en la familia por el pedido de los policías condenados

lunes, 4 de diciembre de 2023 · 18:04

El 4 de febrero de 2001 quedó marcado en la memoria de Miramar como el día en que Natalia Melmann, con tan solo 15 años, sufrió abuso y encontró un final trágico. Dos décadas después, la familia aún transita los pasillos de los tribunales, buscando que aquellos responsables cumplan con la condena que se les impuso. Este miércoles, una audiencia virtual en Mar del Plata abordará la solicitud de libertad anticipada presentada por Oscar Echenique y Ricardo Anselmini, ex policías bonaerenses, condenados a cadena perpetua por el crimen.

"La audiencia será de forma virtual, por disposición del Juzgado de Ejecución Nº1. Por amor, seguiremos luchando", comunicó la familia de la víctima. Nahuel, uno de los tres hermanos de Natalia, compartió su impotencia y preocupación, expresando el deseo de que la audiencia sea pública para que la sociedad pueda presenciar y escuchar lo que se discutirá. Sin embargo, hasta el momento, la parte que defiende a los condenados se ha opuesto a la publicidad de este proceso.

El juez de Ejecución, considerando los 20 años de cumplimiento efectivo en prisión, ha permitido a Echenique y Anselmini solicitar la libertad anticipada. Ambos fueron condenados en septiembre de 2002 por rapto, abuso sexual agravado y homicidio triplemente agravado. Nahuel destaca que, de ser condenados hoy, enfrentarían una expectativa de pena a cumplir de 50 años efectivos.

En una reflexión sobre la experiencia de la familia en los tribunales, Nahuel critica la justicia argentina. "La justicia es una institución que no repara, más bien revictimiza y agrava el dolor de los familiares que han padecido del Estado un daño irreparable, con un grado de violencia inconcebible. Es muy incoherente y doloroso todo el proceso y resulta nocivo", sostiene.

La ley de víctimas les otorga el derecho de ser escuchados, y en esta audiencia, tanto los padres de Natalia como los letrados que los acompañan han sido convocados. Nahuel describe esta próxima audiencia como el inicio de un nuevo proceso, el cuarto que la familia tiene que afrontar en un lapso de dos años, todos relacionados con las mismas causas y los mismos condenados.

"Ellos lo definen como incidente. Para nosotros representa dolor y preocupación. Son personas que durante casi 23 años nunca asumieron sus actos y responsabilidad. Nunca mostraron arrepentimiento. Nunca realizaron un tratamiento de salud mental. Nunca fueron peritados en su psiquis, y representan un peligro para la sociedad entera", enfatiza Nahuel, subrayando la falta de remordimiento y tratamiento psicológico por parte de los condenados.

La mamá de Natalia, la única de la familia que permanece en Miramar, ha visto cómo los condenados buscan modificar sus condiciones de libertad. Nahuel comparte la preocupación de que uno de los condenados ha planteado un domicilio en Mar del Plata, mientras que el otro busca regresar a Miramar en caso de obtener el beneficio de la libertad anticipada.

La tragedia de Natalia Melmann va más allá de los hechos que condujeron a su trágica muerte. Nahuel, con orgullo y tristeza, recuerda a su hermana como una joven llena de amor incondicional, empatía, entrega y solidaridad. "Tenía todo el derecho a vivir y a soñar. Y cuando nos la arrancaron, de una forma tan violenta e incomprensible, tan demencial, sólo nos quedó el dolor y el vacío de no tenerla y la noción de lo que era capaz el Estado, en representación de las fuerzas de seguridad que poblaban a la Policía Bonaerense en febrero del año 2001", lamenta Nahuel.

Andrea, la esposa de Nahuel, añade su perspectiva, señalando que desde 2002 los condenados no han dejado de buscar cambios en su situación. Aunque insisten en su inocencia, la presencia de su ADN en la escena del crimen fue clave para su condena, según relata Andrea.

En los últimos años, se ha logrado una pequeña dosis de justicia con la condena del ex sargento de la policía bonaerense Ricardo Panadero, quien fue declarado coautor de los delitos de "privación ilegítima con empleo de violencia, abuso sexual calificado por la intervención de dos o más personas y homicidio doblemente agravado por el concurso de dos o más personas y por haberse consumado para lograr la impunidad". Sin embargo, los otros tres policías condenados originalmente, Echenique, Anselmini y Ricardo Suárez, siguen buscando la libertad anticipada.

La búsqueda de justicia se complica aún más, ya que se sigue buscando al quinto partícipe del asesinato. Los peritajes realizados en el marco de la causa revelaron la presencia de cinco ADN diferentes en la escena del crimen. La incertidumbre sobre la identidad y paradero de este quinto individuo añade una capa adicional de dolor a la familia Melmann.

El relato del crimen de Natalia Melmann es desgarrador. Fue obligada a subir a una camioneta policial y llevada a una casa en el extremo sur de Miramar. Allí, fue víctima de abuso sexual y estrangulada con el cordón de sus propios zapatos con el claro propósito de ocultar la brutal agresión sexual. La posterior desaparición de su cuerpo en un vivero acentuó la crueldad de este acto inhumano.

Los condenados

El años pasado fue condenado el exsargento de la policía bonaerense Ricardo Panadero, cuarto efectivo acusado por el crimen de la adolescente, a la pena de prisión perpetua por el Tribunal Oral en lo Criminal 4 de la ciudad de Mar del Plata, que ordenó su inmediata detención.

Fue declarado coautor de los delitos de "privación ilegitima con empleo de violencia, abuso sexual calificado por la intervención de dos o más personas y homicidio doblemente agravado por el concurso de dos o más personas y por haberse consumado para lograr la impunidad".

Los otros tres policías condenados en el primer juicio son Echenique, Anselmini y Ricardo Suárez a perpetua, en septiembre de 2002.

 Se busca "al quinto" partícipe del asesinato, ya que de los peritajes realizados en el marco de la causa surgió la presencia de cinco ADN diferentes.

 

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