Un temporal causó destrozos en Olavarría y el municipio declaró el estado de Emergencia

Las horas de calor sofocante en Olavarría llegaron a un abrupto final cuando un feroz temporal azotó la ciudad, dejando a su paso desolación y caos. Voladuras de techos, árboles caídos y calles anegadas fueron el resultado de la combinación devastadora de viento y lluvia que arrasó con la tranquilidad de los habitantes.

La emergencia desencadenó la rápida acción del Comité Operativo de Emergencia, instalado en el cuartel de bomberos, bajo el liderazgo del intendente Maximiliano Wesner. Incluso, el mandatario se vio obligado a interrumpir su jura en el Concejo Deliberante debido a la furia de la tormenta que se desataba en ese momento. Funcionarios de Desarrollo de la Comunidad, Obras Públicas y Protección Ciudadana se sumaron a los esfuerzos, llevando a cabo un exhaustivo relevamiento de las familias afectadas.

Ayer por la tarde, las autoridades locales confirmaron que la tormenta había pasado y que la situación estaba bajo control. No obstante, urgieron a la población a evitar la circulación por las calles, ya que quedaban esparcidos objetos peligrosos, cables y postes caídos. Las intensas ráfagas de viento dejaron a varias áreas de la ciudad sin suministro eléctrico, y las autoridades instaron a la comunidad a mantenerse informada a través de los medios locales.

"La tormenta pasó, la situación está controlada y está todo el equipo trabajando para abordar la situación", expresaron las autoridades. Además, destacaron el despliegue de asistencia a los afectados y advirtieron sobre la peligrosidad de transitar por las zonas afectadas.

El intendente, mientras atendía la emergencia, explicó la suspensión de la sesión en el Concejo Deliberante, señalando: "Hay otras cosas que nos ocupan, que son urgentes, por eso hemos decidido suspender la sesión, pasarla para otro momento con las condiciones dadas para poder realizarla". Con un llamado a la solidaridad, instó a la comunidad a afrontar la situación conjuntamente, reconociendo que sin energía eléctrica, la sesión no podría llevarse a cabo.

En paralelo, la compañía de servicios públicos de electricidad, Coopelectric, informó sobre la crítica situación en las líneas de media tensión, todas fuera de servicio a excepción de Loma Negra. La reposición del servicio se pospondrá hasta descartar las situaciones peligrosas. La falta de energía eléctrica se suma a la problemática, ya que todas las bombas de agua se encuentran fuera de servicio, generando una crisis en el suministro de agua potable.

El Estado de Emergencia se Convierte en la Única Opción

Al aproximarse las 11 de la noche del martes, las autoridades municipales tomaron la decisión crucial de declarar el estado de emergencia y decretar un asueto administrativo para el miércoles. Un comunicado oficial detalló la magnitud de la devastación: "Hay una gran cantidad de árboles, objetos y cables caídos y provocó voladura de techos. No hay energía eléctrica y las bombas de agua no están funcionando".

El municipio emitió una serie de recomendaciones a la población, enfatizando la importancia de no transitar las calles a menos que sea absolutamente necesario, y aún en ese caso, hacerlo con extremo cuidado. El llamado a utilizar racionalmente el agua se convierte en una necesidad apremiante, ya que todas las bombas están fuera de servicio y se anticipa una escasez en el suministro de agua potable.

"El Comité Operativo de Emergencia se encuentra trabajando y asistiendo a las familias afectadas. El intendente se encuentra coordinando las acciones y se está trabajando articuladamente con las distintas áreas de gobierno municipal y provincial", se comunicó oficialmente. La colaboración interinstitucional se vuelve crucial para abordar eficazmente la crisis generada por el temporal.

En este contexto, la solidaridad y la pronta respuesta de la comunidad serán fundamentales para superar las adversidades. El llamado a la precaución, la colaboración y la comprensión se erige como la clave para enfrentar un desafío que, aunque repentino, demanda la unidad de todos los habitantes de Olavarría. La reconstrucción, tanto material como emocional, requerirá un esfuerzo conjunto y una respuesta coordinada de las autoridades y la ciudadanía.