Cristina Kirchner fue a votar y criticó a Alberto Fernández: Dijo que “no fue escuchada” y que este “no es su gobierno”

La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ejerció su deber cívico al votar en Río Gallegos, Santa Cruz, en un acto que trascendió más allá de las urnas, ya que sus declaraciones postelectorales dejaron en claro las tensiones y diferencias que persisten en la coalición gobernante. Cristina Kirchner, una figura política central en la historia reciente de Argentina, no solo emitió su voto, sino también lanzó críticas hacia el presidente Alberto Fernández y reflexionó sobre su rol futuro en el país.

En un breve encuentro con la prensa después de su voto, la ex presidenta hizo hincapié en su activismo político, a pesar de no figurar en ninguna boleta electoral. Afirmó que "no tener un cargo en una boleta no significa no estar haciendo política". Esta declaración subraya su continua influencia en el panorama político argentino, incluso sin ocupar un cargo ejecutivo.

Sin embargo, lo más destacado de sus declaraciones fue su comentario crítico hacia el actual Gobierno. Cuando un periodista le preguntó cómo pensaba que la gente recordaría su gobierno, Cristina Kirchner respondió con vehemencia: "Este no es su Gobierno". La frase es una muestra contundente de las tensiones internas en el Frente de Todos, la coalición que llevó a Alberto Fernández a la presidencia, con ella como vicepresidenta. La vicepresidenta sugirió que su mandato como presidenta, que culminó en 2015, sería recordado de manera "maravillosa".

La vicepresidenta también hizo hincapié en la naturaleza presidencialista de Argentina, donde el presidente tiene un rol preponderante en la toma de decisiones. "Está más que claro que las decisiones las toma el Presidente, para bien o para mal", expresó. Esta declaración puede interpretarse como una crítica indirecta a Alberto Fernández, sugiriendo que algunas de sus decisiones no han sido acertadas.

Además, Cristina Kirchner hizo referencia a las diferencias públicas que ha tenido con el presidente, que son de "público conocimiento". También aludió a sus declaraciones pasadas sobre "funcionarios que no funcionan", en clara referencia a algunos ministros del Gabinete de Alberto Fernández. Esta declaración pone de manifiesto las divisiones internas en el gobierno y sugiere que las políticas implementadas no siempre reflejan la visión de la vicepresidenta.

En sus declaraciones postelectorales, también hizo referencia a una de sus propuestas que no fueron aceptadas durante el gobierno de Alberto Fernández: "En el 2020, hacia apenas un año (de mandato) dije que había que alinear salarios, precios jubilaciones, y no fui escuchada". Esta mención resalta la falta de consenso en el seno del gobierno y la dificultad para implementar políticas que, en opinión de la vicepresidenta, podrían haber sido más efectivas.

La vicepresidenta también destacó la importancia de su legado político y su influencia en el peronismo argentino. Señaló que la política no se limita a ocupar un cargo o figurar en una boleta electoral, y que seguirá trabajando y militando después del 10 de diciembre, cuando finalice su mandato como vicepresidenta. Esta afirmación resalta su compromiso continuo con la política y su influencia duradera en la escena política argentina.

En cuanto a sus expectativas después de las elecciones, Cristina Kirchner expresó la necesidad de un país más sensato, donde los actores políticos y sociales trabajen juntos para abordar los desafíos económicos que enfrenta Argentina. Hizo hincapié en la importancia de llegar a un acuerdo sobre la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que asciende a 45.000 millones de dólares y es un factor inflacionario. Su llamado a rediscutir los términos del acuerdo refleja su visión de que la gestión económica actual no está logrando los resultados deseados.